La obra del artista chileno Oscar Barra (1964 Santiago, Chile), se desarrolla en torno a una temática figurativa y se podría enmarcar dentro de la corriente del arte fantástico del movimiento surrealista.
En sus pinturas destaca un imaginario simbólico desde artefactos, máquinas, escaleras, tentáculos, ventanas, personajes misteriosos y seres ambiguos en su naturaleza insertos en fondos ausentes de perspectiva y sin puntos de fuga -ya característicos en sus más de veinte años de trayectoria y reconocimiento internacional- concebidos con superposición de planos, simulando una volumetría plana o herméticos paisajes abstractos.
La estrategia visual de Barra está en la utilización racional del color para “atenuar” el verdadero significado del dibujo e intención del artista. Es decir, los afilados dientes y amenazantes garras pierden corporeidad; son descontextualizados de su morfología para ser percibidos con otra naturaleza. Generando un fuerte contrapunto y reflexión entre la percepción (lo sensorial) y el significado de la imagen (lo oculto).
Utiliza la técnica del acrílico sobre tela en mediano y gran formato, para otorgar volumen a este universo fantástico- como recurso para otorgar corporeidad a sus personaje, artefactos y máquinas-, con ellos el artista plantea el eterno conflicto inherente al ser humano: la dualidad entre el bien y el mal.
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