sábado, 14 de junio de 2008

Declaracion


Hoy me declaro carne despiadada,
la misma que todos los dias deseas cuando cruzas la puerta de tu casa.

Hoy me declaro inocente de la madurez,
la que siempre se arropa debajo de tu almohada.

Hoy me declaro ceniza de tus inconstacias,
esas que corroen mi espíritu inquieto.

Me declaro inocente del aroma de tus magros pensamientos,
los que te atormentan sobre la espiral de tus sueños ignotos.

Me declaro prescindible de la escasa capacidad
que tienes para decir no.

Me declaro culpable ante tu morbosa ceguera,
la misma que vislumbra fantasmas de un pálido pasado.

Hoy te declaro parte de mi menosprecio,
el mismo que guía tu simpática paranoia.

Hoy te declaro sin destino,
botella náufraga en oceanos sin fin.

Hoy te declaro impiadosa sin piedad,
navegando sobre la ingravidez de todos los dias que ya te son ajenos.

Te declaro tristeza por ser tu alimento inmediato.

Te declaro absorta en el mismo atril en que ruegas milagros.

Te declaro obvia cuando aun sigues intentando la nada.

Sutilezas envasadas
gloria sin laureles
lágrimas secas
calles en vano
y todos los dias especulas lo mismo,
un impiadoso dolor que perfora tu amor.

Amor estéril.
Odio sin estilo.

Es como brillar de mas cuando pasan a tu lado
y tu ojos ya te declaran inerte.

Es como un sueño repleto de vacio,
la misma película desfigurada.

Me declaro lejano e insobornable a tus plásticos encantos.

Me decreto parte de mi insoslayable hoy,
y frente a ti no me desdigo.

Ya no mas un verbo que no tenga un porque.

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